Miércoles 08 de febrero de 2012

Mientras en otro punto de la ciudad se homenajeaba a Dickens, en la zona de Retiro se anunciaba un programa de actividades de otro gigante de las letras inglesas, William Shakespeare. Allí, el Museo Fernández Blanco parecía un patio de la Europa medieval. Arqueros, caballeros y damas con vestidos largos bajaban las escalinatas después de la presentación de la segunda edición del Festival Shakespeare Buenos Aires, organizado por el Ministerio de Cultura porteño, que tendrá lugar en ocho sedes, desde el sábado próximo hasta el 19.

Durante esa semana, se representarán obras de teatro, espectáculos musicales y otras actividades que giran en torno a Shakespeare, su obra y su época. La presentación estuvo a cargo del ministro de cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, y del director artístico del festival, Patricio Orozco. Lombardi recordó que Buenos Aires fue Capital Mundial del Libro el año pasado y resaltó la importancia de que la ciudad haya aprovechado la iniciativa de Orozco para desarrollar el festival.

Orozco dijo a LA NACION que después de la experiencia de producir cinco ediciones del Festival Beckett, se entusiasmó con el de Shakespeare. «El mundo de Shakespeare acá estaba un poco atomizado, no había un lugar donde juntarse y así una vez al año se encuentran todos», dijo.

Se realizarán versiones teatrales de Hamlet y Macbeth, una ópera de Romeo y Julieta y shows de humor. Además, habrá espectáculos de danza y se instalará una «aldea medieval» en Buenos Aires Polo Circo, todos los días, de 17 a 21, con talleres de caligrafía, indumentaria, tiro con arco y flecha, esgrima, cocina y producción de armas, todo ambientado con música y danza renacentista.

La «bicicleteada shakespeariana» del festival empezará en la ex cervecería Munich y recorrerá la ciudad con cinco paradas. Allí se representarán los actos de Hamlet junto al público, que podrá participar con pelucas, espadas de utilería y la infaltable calavera.