15 de febrero de 2014 –

El encuentro es el puntapié inicial de un año en el que abundarán homenajes al autor en todo el mundo, ya que se cumplen 450 años de su nacimiento. Habrá conferencias y workshops, además de varios espectáculos teatrales gratuitos en cinco sedes.

El Festival Shakespeare Buenos Aires, que comienza hoy, consiguió ser lo mismo que el autor al que anualmente homenajea: un clásico. Desde su primera edición en 2011, cada febrero inunda la ciudad con propuestas de toda índole que atañen al mundo del célebre dramaturgo inglés. El año pasado se llegó a construir para la ocasión un teatro móvil que evocaba al mítico Globe Theatre, institución donde el autor estrenaba sus obras. Este año, el teatro no funcionará (se montará nuevamente en la segunda parte del año), pero sí habrá una variada oferta de actividades libres y gratuitas que buscarán acercar a más gente al mundo shakespeareano, objetivo del evento desde su primera edición. Se presentarán conferencias y workshops de referentes internacionales especialistas en Shakespeare, además de varios espectáculos teatrales. El festival es el puntapié inicial de un año en el que abundarán homenajes al autor en todo el mundo, ya que se cumplen 450 años de su nacimiento.

Este año, si bien habrá obras teatrales, el festival pondrá el énfasis en la promoción de actividades educativas relacionadas con el contexto histórico en el que Shakespeare desarrolló su trabajo. “El festival siempre fue muy teatral y nos pareció que era importante darle prioridad a la formación de docentes y niños para ir armando una masa crítica cada vez más grande. Todavía falta que los argentinos sintamos cercano a Shakespeare, que le perdamos el prejuicio. Y está bueno empezar a cambiar eso”, sostiene ante Página/12 Patricio Orozco, creador y director general del evento, responsable también del Festival Beckett Buenos Aires. Así, y gracias al auspicio del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad y la embajada británica en Buenos Aires, se han firmado convenios con The Shakespeare Birthplace Trust, la Royal Shakespeare Company y la Warwick University para ofrecer distintos programas educativos a distancia a docentes del nivel inicial y primario. A eso se suma un taller de actuación que dirigirá Tas Emiabata, actor y profesor del Globe Theatre de Londres (reconstrucción del original).

Uno de los mayores atractivos de la semana Shakespeare (que se extenderá hasta el sábado 22) será la visita de Julian Bowsher, director del equipo de arqueólogos que trabajó en las excavaciones de teatros como The Globe y The Rose en Londres. “Va a poder contarnos muy bien cómo era el teatro en esa época, porque junto con restos del edificio se encontraron restos de vestuarios, semillas, huesos de animales y muchas otras cosas que servían a las representaciones de aquel entonces”, se entusiasma Orozco, quien apuesta al intercambio con referentes de otros países para lograr un “enriquecimiento mutuo de posturas y puntos de vista”. Otras de las grandes propuestas serán las videoconferencias, una con Stanley Wells (sobre la cuestionada autoría de la obra de Shakespeare) y otra con Richard Twyman (que contará cómo fue la vida de Shakespeare en su pueblo natal). Además se destacan la lectura, por parte del actor Jorge Marrale, de El peregrino apasionado, un texto pocas veces explorado en la escena porteña, y una conferencia del actor, director y dramaturgo Gabriel Chamé Buendía, quien contará la experiencia de su último montaje, Otelo. Y, como en las ediciones anteriores, habrá proyecciones y actividades al aire libre, tales como caminatas y bicicleteadas.

En cuanto a la programación teatral, las propuestas reafirmarán una tendencia que se viene reflejando en la cartelera desde hace unos años. Salvo una (la puesta de Sueño de una noche de verano), todas las obras que se verán serán relecturas o versiones basadas en obras de Shakespeare, pero no las obras originales, tal como las pensó el inglés. Desde un Hamlet cuyos personajes son hechos con arcilla (Moldeando a Hamlet) y una propuesta cómica (Seeking Shakespeare) hasta una en la cual dos actores hacen, cada uno, todos los personajes de una obra de Shakespeare (Dos actores, dos Shakespeares), pasando por un texto que intenta hacer protagonista a Ofelia, un personaje que en su obra madre no lo es tanto (Me amé y no me di cuenta), cada una de las ocho propuestas que se presentan, interpelan al espectador desde una estética y una concepción del teatro distintas, sin por eso dejar de referirse al más celebrado dramaturgo de todos los tiempos. También las obras que sirvieron de base para estas propuestas son distintas (¡no todas se basan en Hamlet!), algo que resulta muy interesante. Se verán, por ejemplo, Romeo y Julieta de bolsillo (basada, obviamente, en la tragedia romántica más famosa del autor), D-Generación (sobre Tito Andrónico) y Julio César, el discurso.

Todas las obras y actividades estarán distribuidas en cinco sedes: el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930), el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543), la Fundación Beethoven (Av. Santa Fe 1472), la Plaza República de Chile (Palermo) y el barrio Ciudad Oculta (Villa Lugano). La incorporación de esta última es otra de las grandes novedades del festival, y una muestra más de su voluntad de acercar a Shakespeare a más gente. “Quisimos hacer luz en ese barrio donde hay mucha gente con ganas de participar en las actividades de la ciudad. Además queremos que la ciudad se acerque allí, que se le pierda el miedo al lugar y que se alejen los prejuicios”, detalla Orozco. En ese barrio de Villa Lugano, la actividad relacionada con Shakespeare no terminará con el festival sino que seguirá hasta fin de año.

* Se puede consultar la programación y adquirir las entradas en: www.festivalshakespeare.com.ar